Usar tomates para blanquear los dientes es sencillo y puedes hacerlo en casa con tan solo un tomate fresco. Elige un tomate maduro: asegúrate de que esté maduro y jugoso, ya que contiene la cantidad óptima de ácidos naturales y vitamina C. Prepara el tomate: corta el tomate en rodajas o tritúralo para crear una pequeña cantidad de jugo.
Aplicación: frota suavemente la rodaja de tomate o el jugo directamente sobre los dientes. Deja que el jugo repose sobre los dientes durante aproximadamente un minuto. Enjuague: después de aplicarlo, espera aproximadamente un minuto y luego enjuágate bien la boca con agua para eliminar el jugo ácido del tomate. Continúa con tu rutina habitual de cepillado. Consejos adicionales Siempre enjuágate y cépillate bien para asegurarte de que no queden semillas ni jugo de tomate, ya que los ácidos naturales pueden afectar el esmalte si se dejan demasiado tiempo. Incorpora esta rutina unas cuantas veces a la semana. La constancia es clave cuando se utilizan métodos naturales para blanquear los dientes.