El hombre ofrece..

Ryan Bray, una persona de buen corazón, siempre intenta ayudar a los necesitados. Un domingo, cuando volvía a casa del trabajo, se encontró con un mendigo pidiendo limosna en la calle. Esta visión no era rara en su barrio. Sintiéndose obligado a hacer una mayor diferencia en la vida del hombre, Bray se acercó a él con una oferta. En lugar de simplemente darle el cambio que le sobraba, Bray le propuso darle al hombre la oportunidad de trabajar en su negocio familiar con un salario de $15 por hora. Sin embargo, para su sorpresa, el mendigo se burló de la idea y rechazó la propuesta de plano. No entendía por qué debía trabajar cuando podía ganar más dinero mendigando.

Cuando Bray consideró ofrecerle un salario más alto, la reacción del hombre se tornó hostil. Parecía que la propuesta de Bray desafiaba su complacencia y amenazaba su visión de una vida en la que el dinero se conseguía sin esfuerzo. Ofendido por la respuesta del mendigo, Bray decidió tomar el asunto en sus propias manos.

Al regresar a casa, Bray rápidamente hizo su propia señal. Luego regresó a la misma esquina de la calle donde condenó públicamente al mendigo por su pereza y falta de ambición. Aunque Bray es generalmente de buen corazón, se sintió obligado a hacerle entender al mendigo las consecuencias de sus decisiones. El hombre sin hogar, que prefirió permanecer anónimo, habló con los periodistas en Florida y afirmó que Bray había mentido sobre ofrecerle un trabajo. Simplemente quería ayuda para escapar de su vida en las calles. Según él, cada centavo ganado mendigando es una oportunidad para mejorar lentamente sus circunstancias. Sin embargo, Bray se mantiene firme en su versión de los hechos. Sosteniendo su cartel que insta a los automovilistas a no dar dinero a los mendigos, se mantiene firme en su creencia de que al impedir que la comunidad los apoye económicamente, estos individuos se verán obligados a abandonar el vecindario. Bray ve el insulto del mendigo como una oportunidad para cambiar las perspectivas de las personas y alentarlas a dejar de contribuir al problema. El incidente, en el que el mendigo metió la mano en su vehículo para pedir dinero, solo reafirmó la determinación de Bray.