El Dr. Kelvas señala que cuando la habitación está demasiado caliente o fría, el cuerpo tiene dificultades para regular estas hormonas, lo que puede provocar dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido. La recomendación habitual para la temperatura ambiente de la habitación es de entre 15,5 °C (60 °F) y 20 °C (68 °F), según la Sleep Foundation. Se ha descubierto que ayuda al proceso termorregulador del cuerpo a promover una latencia del sueño saludable (el tiempo que se tarda en conciliar el sueño) y un sueño de buena calidad en general.
La temperatura y el cuerpo: el cuerpo humano tiene su mecanismo termorregulador que nos permite mantener una temperatura corporal interna saludable independientemente de la temperatura ambiente de nuestro entorno. Además, el cuerpo utiliza una compleja interacción de respuestas fisiológicas para regular la temperatura corporal, que incluyen sudoración, escalofríos y cambios en el flujo sanguíneo a la piel.