MI ESPOSA DIO..

El mundo de Brent se hizo añicos cuando su esposa, Stephanie, dio a luz a un bebé de piel oscura, lo que desató la conmoción y las acusaciones. Cuando la enfermera le entregó al recién nacido, Stephanie jadeó: “¡Ese no es mi bebé!”. Brent, igualmente atónito, no podía creer lo que veía: el bebé tenía rizos suaves y piel oscura. “¿Qué demonios, Stephanie?”, exigió, sintiéndose traicionado.

La confusión llenó la habitación cuando Stephanie insistió en que había sido fiel. “Nunca me acosté con nadie más. Brent, debes creerme”, suplicó. La duda carcomía a Brent, pero notó algo familiar: el bebé tenía sus ojos y un hoyuelo en la mejilla. Se suavizó y dijo: “Estoy aquí. Resolveremos esto juntos”. Aun así, Brent necesitaba respuestas. Después de una tensa conversación con su madre, que lo instó a dejar a Stephanie, fue a hacerse una prueba de ADN. Horas de agonizante espera después, el médico confirmó: “La prueba confirma que eres el padre biológico”. ¿La explicación? Genes recesivos de generaciones pasadas. Brent se sintió aliviado y culpable cuando regresó con Stephanie, quien estalló en lágrimas de alivio. “Lamento haber dudado de ti”, susurró Brent, abrazando a su familia. Stephanie lo tranquilizó: “Ahora estaremos bien”. Brent hizo una promesa silenciosa de proteger a su familia a toda costa. Sin importar los desafíos que enfrentaran, nunca permitiría que la duda o el juicio se interpusieran entre ellos nuevamente. Su confianza y amor por Stephanie se recuperaron, y enfrentarían el futuro juntos, más fuertes que nunca.