Mi suegra a menudo

Algunos padres creen que perforar las orejas de un bebé es una falta de respeto a su privacidad, mientras que otros piensan que los aretes pequeños se ven lindos en un bebé y no ven nada malo en ello. Perforar o no las orejas de su bebé es una decisión personal que los padres deben tomar ellos mismos. Nadie quiere que otro miembro de la familia tome esas decisiones por ellos. Nuestra lectora Sarah se encontró en una situación difícil con respecto a su hija y su suegra y escribió para pedir consejo. Me siento profundamente molesta e insegura sobre cómo manejar una situación reciente con mi suegra. Mi esposo y yo tenemos una hermosa hija de 3 meses y, como cualquier madre primeriza, quiero tomar decisiones que sean mejores para ella. Mi suegra a menudo comenta que nuestra hija parece un niño y ha sido persistente en sugerir que le perforemos las orejas para que “nadie la confunda con un niño”. Le he dicho varias veces que estoy en contra y pensé que lo entendía. Recientemente, mi esposo y yo salimos por primera vez desde que nació nuestra hija. Mi suegra se ofreció a cuidar a nuestra hija, pero yo sentí que algo andaba mal y volví a casa antes. Mi suegra intentó esconder a mi hija de mí, abrazándola fuerte contra su pecho. Finalmente, se acercó a mí y dijo con una sonrisa burlona: “Me lo agradecerás más tarde. Ya no parece un niño”. Para mi horror, noté que las orejas de mi bebé estaban rojas y vi que tenía unos pendientes diminutos y brillantes.

Sentí que ella ignoró por completo mis deseos y se apoderó de un momento especial que debería haber sido mío para decidir. Perforar las orejas de mi hija era algo que quería hacer, si y cuando sintiera que era lo correcto, y que me hayan quitado esa opción me ha hecho sentir herida y traicionada. Mi esposo piensa que estoy exagerando y cree que su madre solo estaba tratando de ser considerada, pero estoy totalmente en desacuerdo. Este incidente ha creado mucha tensión en nuestra familia y no estoy segura de cómo seguir adelante a partir de ahora. Estoy luchando por abordar esta situación. Toda la situación me ha dejado confundida e insegura de qué hacer a continuación. Sigo preguntándome si tengo razón en sentirme así o si estoy dejando que mis emociones se apoderen de mí. Realmente agradecería tu consejo sobre cómo manejar esta delicada situación. ¿Cómo puedo compartir mis sentimientos sin empeorar las cosas y qué puedo hacer para devolver la paz a la familia? Sinceramente, Sarah Gracias, Sarah, por confiarnos tu historia. La situación es realmente desafiante y esperamos que los consejos que hemos reunido para ti te ayuden a manejarla con sensibilidad. Tómate tiempo para procesarlo. Permítete el tiempo necesario para procesar completamente tus emociones antes de tomar cualquier otra medida para abordar el problema. Es natural sentir una variedad de emociones, como ira, frustración o incluso tristeza, después de un evento tan perturbador. Darte este tiempo te permitirá abordar la situación con una mente clara y una actitud tranquila, lo cual es crucial para comunicar eficazmente tus preocupaciones. Expresa tus sentimientos con claridad. Tómate el tiempo para tener una conversación tranquila y privada con tu suegra sobre la situación. Es importante expresar lo profundamente dolido y molesto que está porque ella no respetó sus deseos, especialmente en relación con una decisión tan importante sobre su hija. Utilice afirmaciones en primera persona para comunicar sus sentimientos con claridad y evitar sonar acusador. Por ejemplo, podría decir: “Me siento traicionado porque esta era una decisión que quería tomar como madre” o “Estoy molesto porque no se respetaron mis deseos y esto me ha hecho sentir que mi papel como padre se vio socavado”. Reevalúe los acuerdos de cuidado de niños. Puede ser prudente reconsiderar la posibilidad de permitir que su suegra cuide a su hija sola hasta que se restablezca por completo la confianza entre ustedes. Esta decisión no se trata de castigarla, sino de garantizar que sus límites como padre se respeten en el futuro. La confianza es un elemento crucial en cualquier relación, especialmente cuando se trata del cuidado de su hijo, y es importante que todos los involucrados se sientan seguros de que sus deseos se respetarán. Establezca límites firmes. Es fundamental reafirmar los límites con tu suegra para asegurarte de que todos comprendan y respeten tu papel como padre. Siéntate con ella y reitera con calma que las decisiones sobre la crianza de tu hija, incluidas cuestiones como las perforaciones en las orejas, son responsabilidad exclusiva de ti y de tu marido. Deja en claro que las decisiones sobre el cuidado, la apariencia y el bienestar de tu hija las toman tú y tu marido, y que estas elecciones no son negociables. Concéntrate en el bienestar de tu hija. Mantén un enfoque claro en lo que es mejor para tu hija. Cada decisión que tomes debe priorizar su bienestar, desarrollo y felicidad. A medida que atravieses esta situación, asegúrate de que todas las decisiones se alineen con lo que crees que es lo mejor para ella. Recuerda, tu responsabilidad principal es proporcionar un entorno amoroso y enriquecedor, y eso a veces requiere tomar decisiones difíciles y