SEÑALES

Fatiga persistente: puede indicar anemia o trastornos del sueño. Cambios de peso inexplicables: pueden indicar trastornos metabólicos o afecciones médicas. Dolor crónico: especialmente en áreas específicas como articulaciones o abdomen.

Problemas digestivos: hinchazón crónica, gases, diarrea o estreñimiento. Cambios en la piel: nuevos lunares, cambios de color o textura. Cambios en la salud mental: tristeza persistente, ansiedad o cambios de humor. Enfermedad frecuente: infecciones o enfermedades recurrentes.