UNA CHICA VENDE EL VESTIDO DE FIESTA DE SUS SUEÑOS DE 2000 DÓLARES PARA SALVAR A LA MADRE DE SU AMIGA. 17 AÑOS DESPUÉS, EL DESTINO LE DEVUELVE EL DINERO. Sienna, una colegiala pobre, ahorró durante varios años para comprar el vestido de fiesta de sus sueños de 2000 dólares. Finalmente, Sienna decidió perderse el baile de graduación, solo para ayudar a su amiga.

Sienna Powell, una joven de 16 años criada por una madre soltera, siempre había soñado con asistir a su fiesta de graduación con un hermoso vestido. Su padre había abandonado a la familia años antes, dejando a la madre de Sienna, Lisa, que tenía que llegar a fin de mes con un modesto ingreso como cajera de banco. A pesar de los problemas económicos, Sienna hizo todo lo posible por no ser una carga para su madre y rara vez le pedía nada más allá de sus necesidades básicas. Incluso aceptó trabajos a tiempo parcial para ayudar a cubrir los gastos del hogar. Cada vez que Sienna recibía su sueldo, apartaba una pequeña parte en una lata que guardaba escondida en su armario. El dinero estaba destinado a comprar el vestido de graduación de sus sueños, un lujoso vestido de satén rojo hecho a medida que había admirado durante mucho tiempo en una boutique local. El vestido, que valía 2.000 dólares, estaba muy fuera del alcance económico de su madre, pero Sienna estaba decidida a ahorrar lo suficiente para comprarlo ella misma. Semanas antes de la fiesta de graduación, Sienna finalmente había ahorrado suficiente dinero para encargar el vestido. Sienna visitó la boutique con entusiasmo para seleccionar la delicada tela de satén italiano y tomarse las medidas.

La mañana del baile de graduación, recogió el vestido terminado y se puso muy contenta. Mientras se lo probaba, se maravilló de lo mágico que la hacía sentir. Sin embargo, justo cuando se estaba preparando para la gran noche, Sienna recibió una llamada entre lágrimas de su mejor amigo, Aaron. Le dijo que su madre había sido trasladada de urgencia al hospital y que necesitaba una cirugía para salvarle la vida en cuestión de días. Aaron estaba angustiado y Sienna sabía que tenía que ayudar. Sin dudarlo, Sienna decidió vender su preciado vestido de graduación. Tomó algunas fotos para guardarlas como recuerdo y luego puso el vestido a la venta en línea, estableciendo una oferta inicial de $2000. Esa noche, en lugar de asistir al baile de graduación, Sienna corrió al hospital para apoyar a Aaron. A la mañana siguiente, se sorprendió al descubrir que el vestido había atraído múltiples ofertas, y la oferta más alta alcanzó los $4200. Aceptó la oferta de inmediato y le dio todo el dinero a Aaron para la cirugía de su madre. Aaron y su madre, Elsie, estaban profundamente agradecidos, pero se sentían culpables por no poder devolverle el dinero a Sienna. Sin embargo, Sienna les aseguró que no era necesario devolver nada, y enfatizó que las familias deben ayudarse entre sí durante los momentos difíciles. Después de su recuperación, Elsie decidió convertir su pasión por la repostería en un negocio. Abrió una pequeña panadería, que rápidamente se convirtió en la más popular de la ciudad. A medida que el negocio crecía, Elsie se expandió a nuevas ubicaciones y finalmente se mudó con Aaron a otra ciudad. Aunque Sienna y Aaron siguieron en contacto, sus vidas se distanciaron gradualmente. Años después, cuando Sienna cumplió 33 años, recibió una carta inesperada de Elsie. El sobre contenía documentos legales que indicaban que Elsie se había jubilado y había dividido los activos de su negocio en partes iguales entre Aaron y Sienna. En su sincera carta, Elsie expresó su gratitud por la amabilidad de Sienna años antes y explicó que consideraba a Sienna como una hija para ella. El regalo de Elsie no solo convirtió a Sienna en millonaria, sino que también reavivó la conexión entre ellos, lo que les permitió reunirse después de muchos años separados.